La ludopatía es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación a los juegos de azar, (cartas, tragamonedas, bingo), videojuegos, al Internet. La inversión de tiempo, energía y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo mas dependiente del juego para enfrentar la vida diaria, disminuyendo las actividades profesionales o de recreo.
La más extendida es la provocada por las máquinas tragamonedas, debido a su fácil acceso.
La adicción al juego se suele asociar a consumos excesivos de alcohol y otras drogas. Y si se aprecian pequeños hurtos, gasto semanal excesivo, absentismo escolar, alteraciones emocionales o disminución del rendimiento escolar, etc. puede existir un riesgo iniciador de ludopatía.
Se considera que una persona es ludópata cuando su juego le lleva a tener problemas a nivel personal (deterioro de su higiene y saluda física, privación del sueño), familiar (abandono de la vida familiar, conflictos matrimoniales, sentimiento de abandono a sus seres queridos), profesional (negligencia laboral) y social; de forma que piensa, vive y actúa en función del juego. Organiza su vida en torno al mismo, dejando a un lado cualquier otro tipo de actividad. Convirtiéndose por tanto en un esclavo del juego.
Generalmente, se juega por pasar el rato, por obtener una ganancia, pero cuando trae consigo que se actúe y viva en función del juego, se puede hablar de una enfermedad que necesita ser tratada.
Para el ludópata el juego no es un vicio si no una necesidad, ha establecido una dependencia con el juego como otros individuos con el tabaco, el alcohol o las drogas. Pero como en toda adicción la víctima es el último en darse cuenta, o mejor dicho en reconocer que tiene un problema.
Se ha encontrado que los sujetos más proclives a sufrir problemas de este tipo, son los que presentan déficit específico en sus habilidades de relación y de comunicación.
En la adicción a los juegos los principales síntomas son:
-Cuando juega más tiempo del que tenía planeado.
-Cuando se preocupa por la forma de obtener más dinero para poder volver a jugar.
-Cuando siente la necesidad de jugar más cantidad de dinero.
-Cuando juega con la falsa ilusión de recuperar lo que ayer perdió.
-Cuando tiene que pedir dinero prestado para jugar.
-Cuando tiene remordimientos después de haber jugado.
-Cuando no puede controlarse, no puede dejar de jugar.
-Cuando juega por olvidar sus problemas.
-Cuando tiene problemas para dormir a causa del juego.
-Cuando empieza a mentir a causa o como consecuencia del juego.
-Cuando corre el peligro de perder su trabajo o una relación afectiva por culpa del juego.
La Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su manual DSM IV señala los siguientes criterios para realizar el diagnóstico de comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente, caracterizado por lo menos por cinco (o más) de los siguientes síntomas:
Preocupación por el juego (ej., preocupación por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la próxima aventura, o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar).
Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado.
Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.
Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.
El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia (ej., sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresión).
Después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo (tratando de 'cazar' las propias pérdidas).
Se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego.
Se comete actos ilegales, como falsificación, fraude, robo o abuso de confianza para financiar el juego.
Se ha arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego.
Se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego.
¿Cómo ayudar al ludópata?
Es difícil que la persona reconozca que es ludópata, por lo que podemos tener dudas sobre si tiene o no este tipo de adicción, sin embargo si tenemos la convicción de que esta persona tiene un problema con el juego tenemos, por todos los medios, la obligación de hacérselo ver y de convencerla para que acuda a un psicólogo o un centro donde le puedan ayudar a superarlo. Si es alguien que se halla dentro de nuestro entorno familiar podemos intentar controlar su dinero, ayudarle a encontrar alguna afición que le resulte atractiva, y si tiene algún problema (que posiblemente sea el causante de su adicción al juego) ayudarle a solucionarlo, acudiendo a un especialista si fuese necesario. La rehabilitación es dura, pero posible, especialmente si esta persona cuenta con el apoyo de la familia y los amigos durante y después de la misma.
Facultad de Psicología UNIFE |