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Drama mundial

El último informe mundial sobre drogadicción, dado a conocer por la oficina de las Naciones Unidas para la lucha contra los estupefacientes no hace más que reafirmar y acentuar este sombrío panorama. El 15% de la población mundial, de entre 15 y 64 años, esto es, aproximadamente 200 millones de personas, consume drogas prohibidas.

Las cifras que arroja revelan que el consumo mundial de alucinógenos se incrementó en un 8%, tan sólo durante el transcurso del año pasado, o lo que es lo mismo, que unas 15 millones de personas comenzaron diferentes adicciones ilegales.

En cuanto a los estupefacientes, si bien las drogas llamadas de síntesis (anfetaminas, metanfetaminas y éxtasis) sufrieron un retroceso importante, se vio al mismo tiempo un gran avance de los opiáceos y de la cocaína, que al decir del informe son las drogas más preocupantes, y cuyo consumo se centra principalmente en Europa y Asia, y también en América del Sur. Asimismo el consumo y la producción de marihuana han tenido una gran expansión, con un crecimiento del 25% entre 2002 y 2003.

Lejos de ser indiferente a esta dura realidad, la Argentina ocupa el tercer lugar dentro de los países de América del Sur, en lo que al consumo de marihuana se refiere, con un 3,7%, y el cuarto lugar, en la tabla general de países, en lo que respecta al consumo de cocaína, con un 1,9%. De todas maneras, cabe aclarar que esta última información fue profundizada por el secretario de Programación para la Prevención y la Lucha contra el Narcotráfico, José Ramón Granero; quien afirmó que el citado porcentaje se eleva en realidad al 2,4%, de manera que 538.196 personas al menos, alguna vez, probaron esa droga en nuestro país.
El flagelo mundial de la droga es un fenómeno que sigue creciendo de manera escalofriante, sin hacer distinción de raza, edad, sexo o clase social, ni tampoco importar modelos económicos, políticos y religiosos que lo condenan. La drogadependencia es ante todo un grave problema social, cuyo tráfico ilegal moviliza miles de millones de dólares, enriqueciendo a unos pocos y constituyéndose en la causa de muerte de aproximadamente 200.000 personas por año en todo el mundo.
 
Fuente: Diario de Cuyo, San Juan de Puerto Rico