Para muchos ir de compras es un entretenimiento pero para otros se convierte en algo de lo que no pueden prescindir. Las personas que pierden el control comprando y llegan a gastar más de lo que tienen, pueden convertirse en compradores compulsivos. Pero, ¿cómo podemos saber cuando se tiene este problema?, ¿qué podemos hacer?
1. ¿Quién es comprador compulsivo?
Comprador compulsivo. Es frecuente mujer en la década de los 30, con problemas de autocontrol.
No hay que confundir al comprador normal con el comprador compulsivo. El primero siente placer por haber conseguido el objeto que tanto deseaba y tiene control de su dinero, mientras que el compulsivo siente placer en el momento de efectuar sus compras por el simple hecho de comprar.
Podemos decir que compra irracionalmente con el objeto de calmar la ansiedad que le produce pensar en la compra. Posteriormente aparece un gran sentimiento de culpa, seguramente debido a haber comprado cosas que no necesitan o no van a utilizar. En muchos casos, aparece también depresión, tristeza, ansiedad, etc., sobre todo al comprobar la falta de control que se tiene en determinadas ocasiones.
Todos en cualquier momento podemos desarrollar este tipo de problemas pero existen personas que son más propensas. El perfil típico del comprador compulsivo es una mujer en la década de los treinta que poco a poco ha podido ir desarrollando este hábito; que se impresiona con facilidad ante la novedad, con baja autoestima; fácilmente manipulable, con problemas de soledad y poco autocontrol.
También se ha podido comprobar que se da con más frecuencia en personas que se encuentran en estado eufórico, en personas depresivas, hipomaniacas o con elevados niveles de ansiedad.
Lo de menos es lo que compren, muchas veces son cosas inútiles que seguramente no vayan a utilizar nunca pero que tras esa necesidad obsesiva se convierte en algo incontrolable. Los artículos que compran con más frecuencia son complementos, zapatos, productos de belleza, joyas, aparatos electrónicos, piezas de arte, fascículos de colección, etc.
El problema aparece cuando uno hace compras de las que se arrepiente, cuando gasta por encima de sus posibilidades, cuando le cuesta contenerse y dominarse. Esto no quiere decir que disfrutar de un día de compras de vez en cuando esté mal hecho. Al contrario, en muchos casos ayuda a evadirse y olvidar problemas.
Claro que pasar de esto a convertirse en adictos a las compras dista sólo un paso. Según un estudio de la Unión de Consumidores de España, el consumidor medio acaba gastando entre un 20% y un 35% más de lo que había previsto antes de entrar a comprar en unos grandes almacenes. Por otro lado, el comprador patológico en España supone un 3% de la población.
2. ¿Por qué se llega a comprar compulsivamente?
Muchas veces compramos para llenar algún vacío, clamar frustraciones, olvidar disgustos y compensar llevar una vida sin satisfacciones. Además, hoy día ir de compras se está empezando a considerar una actividad de ocio más que una necesidad. En la actualidad, ir de compras es una de las principales diversiones de los Españoles.
Muchas personas encuentran en "ir de compras" su refugio, y a él acuden cuando se sienten mal. De esta forma alivian momentáneamente el malestar o vacío pero en realidad no consiguen satisfacer sus necesidades.
También es cierto que vivimos en una sociedad de consumo dominada por el marketing. Las campañas publicitarias son cada vez más convincentes y persuasivas y, en muchas ocasiones, es difícil vencer la tentación y no dejarnos llevar por lo que nos intentan vender. Vivimos en una sociedad que nos hacer creer que para ser felices hay que consumir y poseer.
3. ¿Tiene tratamiento?
La terapia que ha demostrado mayor eficacia es la terapia cognitiva, que consiste en intervenir sobre el pensamiento y la terapia conductual para actuar sobre la conducta y el hábito.
La terapia farmacológica no está demostrando tener mucha eficacia, parece ser que cuando se retira la medicación los síntomas vuelven a aparecer.
4. Consejos que te pueden ayudar
- Antes de salir de casa, haz una lista únicamente de lo que necesites y procura cumplirla. Intenta ponerte un límite de dinero y no lo sobrepases. Para llevar un control de tus gastos, te puede ayudar llevar una calculadora para ir haciendo las cuentas sobre la marcha.
- Evita salir de compras cuando esté más triste o eufórico. En esta situación es más dificil controlarse.
- Sal a comprar cuando realmente lo necesites y busca directamente el objeto que deseas tener. Si salir de compras es tu afición favorita, intenta sustituirla por otras que también te gusten pero que no supongan gasto.
- Compra en una tienda que tengas cerca de casa. De esta forma podrás evitar las tentaciones de las grandes superficies, supermercados, etc. Ten en cuenta que si antes de adquirir lo que quieres paseas o visitas otros sitios, corres el peligro de comprar más de lo que tenías previsto.
- Puedes proponerte dedicar cinco días al año a comprar ropa y antes de salir de compras ordena tu armario, revisa la ropa que tienes y piensa en la que realmente necesitas. Ten en cuenta que en muchas ocasiones compramos prendas muy similares a otras que tenemos.
- Aprende a poner límites y a decir que no a tiempo. Cuando el vendedor comprueba que tienes dudas y vacilas, seguirá intentándolo y entonces será más dificil negarte. Por ello es aconsejable que desde el primer momento seas firme y dejar claro que no te interesa lo que te intentan vender.
Dª. Trinidad Aparicio Pérez
Psicóloga clínica. Psicóloga escolar
Granada