Afrontar el problema de las adicciones en los centros de trabajo es complejo, al punto que sólo 3 de cada 10 empresas se atreven a realizar pruebas "antidoping" por temor a violar la legislación laboral.
De acuerdo con información de la Confederación de Trabajadores de México, 12% de las personas con empleo han consumido droga por lo menos una vez en el último mes.
A pesar de que el artículo 47, fracción 13 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece que un trabajador que llegue a su centro laboral en estado de embriaguez o drogado es causal de despido, su comprobación requiere una prueba contra dopaje la cual no está normada en dicha ley.
Ricardo Martínez, abogado laboral de la firma Baker & McKenzie, aseguró que un empleado no puede ser sometido a una prueba específica para detectar estimulantes en el organismo al menos que dé su consentimiento o se encuentre establecido en su contrato de trabajo.
"La causal de despido solamente aplica cuando un trabajador llega a su centro de trabajo en estado de embriaguez o bajo la influencia de una droga", explicó Martínez.
Liliana Espinosa, ejecutiva de reclutamiento y selección de Vedior México, afirmó que las empresas no aplican pruebas contra dopaje por temor a violar la ley.
La LFT es muy ambigua en ese sentido.
Según el artículo 134 de la ley laboral, los trabajadores deben someterse a reconocimientos médicos para comprobar que no padecen alguna incapacidad o enfermedad de trabajo contagiosa o incurable.
Nestor de Buen, abogado laboral, criticó que existan empresas que se escudan en este artículo para aplicar pruebas "antidoping".
Una prueba contra dopaje no es una prueba médica, pues está dirigida a comprobar si una persona es adicta o no a una droga, dijo.
Un ejecutivo de la empresa Premedi Test, dedicada a la detección de adicciones en los centros de trabajo, señaló que la prueba es necesaria, legal y económica.
Fuente: Reforma, martes 29 de mayo 2007