La normativa también incorpora una nueva rotulación de los alimentos, que fija su riesgo calórico según colores.
Cristián González
A partir de hoy, el futuro de la "comida chatarra" en Chile puede cambiar. De aprobarse en el Senado el proyecto de Ley que regula su venta y publicidad, sería cosa de tiempo para que las golosinas, papas fritas o gaseosas tengan prohibido su ingreso al colegio. O incluso a 100 metros de ellos.
Ésta es parte de las medidas que considera la normativa sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad, que esta mañana presentaría la Comisión de Salud del Senado para su aprobación ante la Cámara Alta.
El proyecto además considera una nueva rotulación de los alimentos con una especie de semáforo que advierta con colores (verde, amarillo y rojo) sobre su cantidad de sal, grasa o azúcar; promover la alimentación saludable y la actividad física en programas escolares, así como restricciones a la entrega de "regalos" y la publicidad dirigida a los niños, los más vulnerables a la influencia de estos productos. Y a sus efectos.
"Tenemos los peores índices de obesidad infantil a nivel mundial, con el 41% de los escolares con sobrepeso u obesos", explica el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión de Salud del Senado y uno de los promotores del proyecto de ley.
"Estamos enfrentando el principal problema de salud pública en Chile y en los países desarrollados, en donde la primera causa de muerte son las enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer, y ambas están asociadas a estilos de vida, como la nutrición y la actividad física".
Desde hace tres años que Girardi viene presentando esta iniciativa, la que ha sido sometida a evaluaciones por parte de sociedades científicas y el Ministerio de Salud.
Lejos de la metas
Para ello también ha contado con el apoyo de expertos en el tema, como el médico chileno Ricardo Uauy, presidente de la International Union of Nutritional Sciences, quien ha reconocido que "todo lo que sea evitar legislar y prohibir es mejor, pero por el camino que vamos no ha funcionado", en referencia a que las metas propuestas por el Gobierno para 2010 están lejos de alcanzarse: por ejemplo, en el año 2000 se propuso reducir la obesidad desde un 16% a un 12% en escolares y en la actualidad afecta a casi el 20%.
"No hemos avanzado en las metas fijadas; por eso necesitamos sumar iniciativas. Ésta no sólo es una responsabilidad de Salud, sino de toda la sociedad", dijo ayer la ministra del ramo, María Soledad Barría, durante la presentación de la Cumbre de Nutrición y Salud que se realizará los días 24 y 25 de marzo en Valparaíso.
La reunión, a la que vienen cinco de las mayores eminencias mundiales en el tema, tiene entre sus objetivos discutir qué tipo de intervenciones han mostrado ser efectivas en el combate de la obesidad, así como las proyecciones del proyecto de ley chileno. "Esto pone el tema en la agenda y permite avanzar en las decisiones más adecuadas", opina el doctor Eduardo Atalah, de la Universidad de Chile y presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición.
"Si uno mira la tendencia, hemos logrado frenar el incremento de la obesidad en algunos grupos, pero no disminuirlo. Es un tema complejo en que se combinan la responsabilidad individual y social. Es como el tabaco: aunque mucha gente sabe que hace mal, sigue fumando".
Si bien el problema es a nivel mundial, dentro de la región Chile cuenta con mayor información sobre prevalencia, lo que hace difícil establecer comparaciones entre países.
Para el doctor Atalah, una de las principales medidas pasa por regular la publicidad de los alimentos. Algo con lo que concuerda la nutricionista Sonia Olivares, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). "El problema aquí es que el proyecto apunta a la publicidad por TV y deja fuera otras formas de marketing".
De allí que postule que se debe considerar el marketing social: promover los alimentos sanos, pero con conceptos atractivos para los niños.
Sobre la idea de identificar con colores de riesgo los alimentos -una de las propuestas centrales del proyecto de Girardi-, Atalah precisa que experiencias en Inglaterra han mostrado que no tiene buenos resultados.
Por eso, el Minsal tiene planeado realizar focus group para ver qué opinan los consumidores y qué les resulta más fácil de entender en el rotulado.
Asimismo, los expertos ponen énfasis en los criterios que se utilizarán para definir cuándo un producto no es saludable. El proyecto fija los rangos mínimos y máximos para cada nutriente. "La leche entera puede aparecer como poco saludable, cuando todo depende de la cantidad", comenta el doctor Atalah.
Otras restricciones
El proyecto de Ley también elimina el uso de grasas trans (de alta densidad) en la elaboración de los alimentos, medida que ha sido incorporada en otros países y que cadenas de comida rápida en Chile también ya aplican. Porque, como explica la ministra de Salud, parte importante de las iniciativas es la autorregulación de las propias empresas. Al respecto, el año pasado, 78 empresas miembros de la Asociación Nacional de Avisadores acordaron regular su avisaje para promover estilos de vida saludables.
En cifras
19,4% de los escolares entre 6 y 11 años tiene obesidad. Si a ellos se suman los que tienen sobrepeso, la cifra sube a 35% (Fuente: Junaeb).
61,3% de la población adulta chilena tiene algún grado de sobrepeso, según cifras del Ministerio de Salud.
43,6% de la población escolar básica es sedentaria. En los adultos el porcentaje
El Mercurio
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