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Los niños están consumiendo más bebidas azucaradas
Estudio halla que el consumo de esas bebidas ahora constituye cerca del 15 por ciento de las calorías totales

LUNES 2 de junio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio reciente halla que los niños y los adolescentes están consumiendo más bebidas azucaradas y jugos de fruta que antes.

El 15 por ciento de las calorías diarias de los niños entre los 2 y los 19 ahora está conformado por bebidas que contienen azúcar, un hallazgo que confirma investigaciones anteriores y sugiere que el consumo está aumentando.
Se sabe por estudios anteriores que los niños y los adolescentes de los EE.UU. consumen muchas bebidas azucaradas, según la Dra. Y. Claire Wang, autora del estudio y profesora asistente de políticas y administración de salud de la facultad de salud pública Mailman de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.
"Mostramos que esta tendencia de consumo continúa aumentando", dijo, y que está ocurriendo principalmente en casa.

Los expertos recomiendan restringir tanto las bebidas azucaradas como las gaseosas y los jugos de fruta al 100 por ciento para evitar el exceso de calorías "vacías".
El equipo de Wang analizó los registros de los recuerdos de lo que los niños habían comido durante 24 horas, de ellos o de sus padres, con el fin de determinar cuántas calorías diarias provinieron de bebidas azucaradas y jugos de 100 por ciento fruta.
Usaron información de dos estudios nacionales realizados entre 1988 y 1994 y entre 1999 y 2004. En la primera encuesta hubo casi 10,000 participantes y en la segunda casi 11,000.

En general, las calorías diarias de las bebidas azucaradas o de los jugos de 100 por ciento fruta aumentó de 242 calorías diarias a 270 durante los dos periodos de estudio.
"Vemos los mayores aumentos en los niños entre los 6 y los 11", señaló Wang. El aumento en el consumo de bebidas azucaradas fue estadísticamente significativo en los niños, pero no en las niñas. Los promedios de los niños pasaron de 228 a 259 calorías, mientras que los de las niñas pasaron de 177 a 186.

El equipo de Wang también examinó el lugar en el que los niños consumían la bebida. La mayor parte del consumo, hasta el 70 por ciento, tuvo lugar en casa, lo que sugiere que los esfuerzos de las escuelas por restringir las ventas de bebidas azucaradas están teniendo algún efecto limitado sobre el consumo.

La Juice Products Association se mostró ofendida con los resultados.
"Estamos definitivamente en desacuerdo con las declaraciones de este artículo que sugirió que los jugos de fruta al 100 por ciento no tienen valor nutricional y contribuyen al aumento de peso", aseguró esta agremiación en una declaración. "De hecho, una reseña de literatura científica publicada recientemente ha concluido que los jugos al 100 por ciento no contribuyen a que ningún niño tenga exceso de peso, aún si se consumen en cantidades que excedan las recomendaciones de la American Academy of Pediatrics. Ese artículo de reseña concluye que, en general, los apoyan el consumo de jugo de fruta al 100 por ciento en cantidades moderadas, lo cual podría ser una estrategia importante para ayudar a los niños a cumplir con las recomendaciones actuales de consumo de frutas".
En otro estudio publicado en la misma edición de la revista, los investigadores de la Universidad de Minnesota hallaron que incluso los padres que reconocieron que el niño tenía exceso de peso no tomaron medidas "saludables" en casa, como suministrar en abundancia frutas y verduras, para ayudar al niño.

La Dra. Dianne Neumark-Sztainer y su equipo evaluaron los comportamientos de los padres cuyos hijos participaron en el proyecto EAT que analizó información sobre más de 314 parejas de padres y adolescentes.

"Básicamente, comparamos a los padres de los niños que tenían exceso de peso que habían reconocido que sus hijos estaban en esas condiciones, con los padres de los niños que tenían exceso de peso que no reconocían la situación para determinar si saber que un hijo tiene exceso de peso se relaciona con un mejor comportamiento", aseguró Neumark-Sztainer.

Le preguntaron a los padres sobre diversos comportamientos, como suministrar más frutas y verduras y menos gaseosas, refrigerios salados y dulces, consumir más comidas en familia, ver menos televisión durante la comida y estimular a los niños a tomar decisiones saludables sobre la alimentación y la actividad física. También le preguntaron a los padres si estimulaban a sus hijos a hacer dieta.

La única diferencia fue que los que reconocieron que los hijos tenían exceso de peso eran más aptos para estimular a sus hijos a hacer dieta. "Eso no resulta bueno", advirtió Neumark-Sztainer. "Esos niños en realidad pesaban más cinco años después".
Ambos estudios son preocupantes, señaló Connie Diekman, directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington en San Luis y ex presidenta inmediatamente anterior de la American Dietetic Association.

"El hecho de que padres que saben que sus hijos tienen exceso de peso no ofrezcan una guía positiva, opciones de alimentación más saludables y estímulo para realizar actividad física es una gran preocupación porque los comportamientos de los padres con el tiempo se convierten en los de los hijos", advirtió. "Parecería que los padres necesitan más educación sobre cómo estimular a vivir saludablemente".

¿Qué deben hacer los padres? Wang no recomienda eliminar las bebidas azucaradas sino educar sobre su función. "Tenga en cuenta que hay muchas calorías [en las bebidas] y que los niños necesitan hacer mucho ejercicio para quemarlas", señaló.
Las bebidas azucaradas y las bebidas de fruta endulzadas naturalmente se deben limitar a entre 4 y 6 onzas (118 a 177 ml) diarios para niños entre 1 y 6, y entre 8 y 12 (234 a 355 ml) para los que tienen entre 7 y 18, señaló Wang. En su estudio, el consumo diario promedio entre 1999 y 2004 fue de 25 onzas (739 ml).

"Haga de la alimentación saludable y de la actividad una prioridad para la familia", recalcó Diekman.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare


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