Imprimir
El consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares

¿Existen riesgos cardiovasculares relacionados con el consumo de alcohol?

Beber demasiado alcohol puede aumentar los niveles de algunas grasas en la sangre (triglicéridos). También puede producir presión arterial elevada, insuficiencia cardíaca y un aumento en las calorías que se ingieren. (Ingerir demasiadas calorías puede provocar obesidad y un mayor riesgo de llegar a tener diabetes). Beber en exceso y embriagarse puede provocar un ataque al cerebro. Otros problemas serios incluyen el síndrome alcohólico fetal, miocardiopatía, arritmia cardíaca y muerte cardíaca súbita.

Consejos de la AHA

Si bebe alcohol, hágalo con moderación. Esto significa un promedio de una a dos bebidas por día para los varones y una bebida al día para las mujeres. (Una bebida son 12 oz. (344 ml)  de cerveza, 4 oz. (114 ml)  de vino, 1.5 oz. (43 ml)  de bebidas alcohólicas de 80-grados Proof, ó 1 oz. (28 ml) de bebidas alcohólicas de 100-grados Proof).

Beber más alcohol aumenta las posibilidades de alcoholismo, presión arterial elevada, obesidad, ataque al cerebro, cáncer de mama, suicidio y accidentes. Además, no es posible predecir en qué personas el alcoholismo se convertirá en un problema. Tomando en cuenta este y otros riesgos, la Asociación Estadounidense del Corazón recomienda a las personas que NO comiencen a beber, si es que no lo ha hecho todavía. Consulte a su médico acerca de los beneficios y riesgos de consumir alcohol con moderación.

¿Cuál es la relación entre el vino tinto y las enfermedades del corazón?

Durante las últimas décadas, se han publicado varios estudios en revistas científicas acerca de por qué beber alcohol pudiera relacionarse con una reducción de la mortalidad por enfermedades del corazón en algunos grupos demográficos. Algunos investigadores han sugerido que el beneficio pudiera deberse al vino, en especial al vino tinto. Otros están estudiando los beneficios potenciales de los componentes del vino tinto, como los flavonoides y otros antioxidantes, para reducir el riesgo de aparición de enfermedades del corazón. Algunos de estos componentes pueden encontrarse en otros alimentos como las uvas y el jugo de uvas rojas. El vínculo que señalan estos estudios puede deberse a otros factores del estilo de vida, no relacionados con el alcohol. Estos factores pueden incluir un aumento en la actividad física y una alimentación con alto contenido de frutas y verduras, y con un bajo consumo de grasas saturadas. No se han realizado estudios de comparación directa para determinar el efecto específico del vino u otros licores en el riesgo de adquirir una enfermedad del corazón o ataque al cerebro.

¿Existen beneficios potenciales de beber vino u otras bebidas alcohólicas?

Se están llevando a cabo investigaciones para averiguar cuáles pudieran ser los beneficios aparentes de beber vino o alcohol en algunos grupos demográficos, entre ellos factores como la función de  los antioxidantes, un aumento de la lipoproteína de alta densidad (HDL) o "buen" colesterol o las propiedades anticoagulantes. Los estudios clínicos de otros antioxidantes como la vitamina E no han demostrado ningún efecto cardioprotector. También, incluso si tuvieran un efecto protector, los antioxidantes pueden obtenerse a partir de varias frutas y verduras, incluyendo el jugo de uvas rojas.
El efecto mejor conocido del alcohol es un pequeño aumento del colesterol HDL. Sin embargo, la actividad física habitual es otra manera efectiva de aumentar el colesterol HDL, y se puede recetar niacina para aumentarlo en mayor grado. El alcohol o algunas sustancias como el resveratrol que se encuentra en las bebidas alcohólicas podría evitar que las plaquetas en la sangre se adhieran entre sí. Esto puede reducir la formación de coágulos y el riesgo de un ataque cardíaco o al cerebro. (La aspirina puede ayudar a reducir la coagulación sanguínea de manera similar). La manera en que el alcohol o el vino influyen en el riesgo cardiovascular merece más investigaciones, pero por el momento la Asociación Estadounidense del Corazón no recomienda beber vino ni cualquier otra forma de alcohol para conseguir estos beneficios potenciales. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda que para reducir su riesgo personal hable con su médico acerca de cómo reducir su colesterol y presión sanguínea, controlar el peso, hacer suficiente ejercicio y seguir una alimentación saludable.  No hay pruebas científicas de que beber vino o cualquier otra bebida alcohólica pueda sustituir estas medidas convencionales.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare